El mundo entero está en vilo. Los médicos de la reina Isabel II han hecho público un comunicado en el que han manifestado su «preocupación» por el estado de salud de la monarca y han recomendado que permanezca bajo «supervisión médica» en el castillo de Balmoral, en Escocia. «Tras una nueva evaluación esta mañana, los médicos de la reina están preocupados por la salud de Su Majestad y han recomendado que permanezca bajo supervisión médica. La reina sigue cómoda y en Balmoral», señala el escueto comunicado.

La Reina Isabel II lleva 70 años en el trono. Bajo su reinado han estado 17 Primeros Ministros diferentes, 6 de ellos que nacieron después de llegase al trono. Ahora mismo buena parte de la Familia Real se encuentra de camino hacia Balmoral, Escocia. Asimismo, siguen llegando los mensajes de preocupación por el estado de la monarca. En caso de fallecer, hay todo un sistema preparado.

El protocolo de actuación en caso de fallecer Isabel II

Como informó The Guardian, existen una serie de procedimientos para cuando muera la reina Isabel II, muchos de los cuales se establecieron desde los años 60, con los detalles más finos perfeccionados durante las reuniones periódicas que se llevan a cabo cada año que permanece en el poder. El nombre en clave de los días posteriores a su muerte es Operación Puente de Londres. El médico personal de Su Majestad, el profesor Huw Thomas, será el primero en enterarse de su fallecimiento, seguido por su secretario privado, Sir Edward Young.

Este plan comienza con la frase «London Bridge is down» o, en español, «el puente de Londres ha caído». En ese momento, el secretario de Isabel II, Sir Edward Young, será el encargado de anunciar la noticia a la Primera Ministra, Liz Truss. Ella ordenará a su equipo transmitir la noticia al Ministerio de Exteriores, quiénes se lo comunicarán a los gobiernos donde la monarca es considerada Jefa de Estado, y luego al resto de países restantes de la Mancomunidad de Naciones, la mayoría de ellos antiguas colonias británicas.

Después de esto, la noticia se comunicará al público a través de los medios de comunicación. Todas las cadenas de radio comerciales en el Reino Unido cuentan con una luz obituaria de color azul. Esta se encarga de avisar del fallecimiento de cualquier miembro de la Casa Real británica, y en todos los casos se aplica el mismo protocolo: reproducir una lista de música triste predefinida como anticipación al anuncio.

El protocolo de actuación en caso de fallecer Isabel II

La BBC, al ser la cadena pública del país, recibe un aviso especial de un sistema creado en su día durante la Guerra Fría para advertir que venían misiles. Entonces, se emitirá una secuencia ya preseleccionada de sus retratos. Los presentadores de televisión se pondrán la vestimenta negra, que siempre está preparada para casos como este. Ahora mismo la principal cadena pública de Inglaterra ha cortado su emisión para dar parte del estado de salud de la monarca.

El periódico nacional The Times, tiene listos 11 días de cobertura preparada. De hecho, distintos expertos de la realeza tiene firmados contratos de exclusividad con cadenas de televisión para hablar de ello. Si ese día coges un avión, escucharás a los pilotos dar la noticia a través de los altavoces.

En el momento del fallecimiento, el Príncipe Carlos sucede en el trono a Isabel II y comienzan así los 10 días de luto oficial y los preparativos para el Funeral de Estado y la coronación del nuevo rey Carlos III.

Si fallece en Escocia, Operación Unicornio

En caso de fallecer en Escocia, donde se encuentra ahora mismo, comenzaría lo que es la Operación Unicornio. De hacerlo en Balmoral (Escocia), se activará la Operación Unicornio que la llevará también en tren a Londres, si es posible. Y, si no, la Operación Overstudy, que trasladará el féretro en avión. La Operación Unicornio consistirá en la suspensión inmediata de los trabajos en el Parlamento escocés para que las autoridades puedan preparar un funeral de Estado. Así lo ha explicado el politólogo y analista internacional Víctor Déniz

Los asuntos políticos se suspenderían y el funeral tendría lugar probablemente unos diez días después de su muerte. Se intuye que la catedral de San Giles y Holyroodhouse, en Edimburgo, serían los puntos de encuentro para los periodistas y el público. También significará que su cuerpo podría ser velado en Holyroodhouse, y el féretro sería llevado a la catedral en la Royal Mile. A continuación, el cuerpo de la Reina se colocaría en el tren real en la estación de Waverley y viajaría de vuelta a Londres.

(Cope)

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