El juez de la Corte Federal de Bancarrota en Boston, Melvin S. Hoffman, ordenó a la empresa de origen brasileño TelexFree pagar como reembolso de sus inversiones US$150 millones que serán distribuidos entre 100,000 víctimas que pudieron demostrar, con documentos y recibos, que los ejecutivos de la entidad les estafaron.
El escándalo de TelexFree, que tenía su sede principal en Massachussets, Estados Unidos entre 2013 y 2014, explotó después que cientos de inmigrantes, mayoritariamente dominicanos y brasileños radicados en ese estado hicieron las denuncias sobre la estafa “Ponzi” de la empresa.
TelexFree logró reclutar a miles de persona a las que les estafó millones de dólares, dijeron los fiscales federales cuando uno de los principales ejecutivos fue arrestado por el FBI en Boston y su socio principal huyó a Brasil, donde todavía permanece por no haber acuerdo de extradición entre el país sudamericano y Estados Unidos.
La entidad también operó durante varios años en la República Dominicana, Italia y otros países de Europa.
El plan de compensación, desarrollado por Stephen Darr, el albacea designado por el tribunal de bancarrota, hará una distribución inicial del 39% al 43% de los reclamos aprobados.
Darr confirmó al periódico Boston Globe que habían recibido US$145 millones en una cuenta de depósito en garantía y se espera recibir otros US$11 en los próximos días. Esos fondos estarán disponibles para su entrega inmediata a las víctimas luego de la aprobación de la disposición provisional del juez.
En la audiencia de confirmación ante el juez Hoffman, el abogado de los fideicomisarios pudo establecer, por preponderancia de la evidencia, que cada uno de los requisitos bajo la Sección 1129 de la ley de bancarrota de Estados Unidos se cumplió, por que tribunal no dudó en aprobar el plan de compensación que permite a los fideicomisarios proceder con la distribución de los fondos en las próximas semanas.
Gabriele Giambrone, socia gerente de la firma, representa a 1,826 demandantes en la demanda colectiva contra TelexFree, de los cuales 1,500 clientes tenían sus reclamos aprobados.
“Después de seis años de disputas legales, las personas que cayeron presas por el esquema piramidal de TelexFree de US$3,000 millones recuperarán parte de su dinero”, dijo Giambrone, quien ha supervisado la acción directamente.
“El fallo del tribunal es un hito en un caso complicado con víctimas en Italia, Europa, Brasil y en todo el mundo”, agregó.
La mayor parte del dinero para los pagos provino de la liquidación de los activos de TelexFree confiscados por el Departamento de Justicia en 2014. La aprobación del plan de Darr se retrasó debido a una prolongada lucha entre el Servicio de Impuestos Internos (IRS) y los fideicomisarios sobre los impuestos adeudados al Gobierno de los Estados Unidos.
TelexFree inicialmente vendió planes de servicios de telefonía por Internet, pero se convirtió en lo que comúnmente se conoce como una pirámide o esquema Ponzi.
La mayor parte de su dinero provino de participantes que fueron persuadidos para comprar membresías, esencialmente pequeñas cuentas de inversión, con la promesa de grandes ganancias, aparentemente para publicar anuncios de TelexFree en Internet.
Los miembros recibieron créditos en sus cuentas por las publicaciones de anuncios, que según los fiscales fueron vistos por muy pocas personas, y bonos por reclutar nuevos participantes.
Los primeros participantes pudieron cobrar sus créditos, lo que atrajo a otros a poner dinero.
Los participantes existentes del plan se pagaban con el dinero recibido de los nuevos participantes.
Los esquemas de estafas Ponzi dependen del reclutamiento de más participantes para financiar los pagos. El esquema se derrumbó en 2014 cuando TelexFree no pudo traer suficiente dinero nuevo para pagar los créditos y bonos.
La compañía reclutó a muchos de sus miembros en Massachusetts en las comunidades brasileña y dominicana. Casi un millón de personas perdieron dinero, ya que se estima que fluyeron US$3,000 millones entre múltiples niveles de inversores y la compañía, dijeron los fiscales.
James Merrill, ex propietario de una empresa de limpieza que se convirtió en presidente de TelexFree, se declaró culpable de múltiples cargos de fraude electrónico en octubre de 2016 y acordó entregar más de US$140 millones en activos. Fue sentenciado a seis años de prisión y tres años de libertad supervisada.
El socio comercial de Merrill, Carlos Wanzeler, huyó a Brasil después de que se presentaron cargos en su contra, y Estados Unidos ha estado intentando extraditarlo. Los fiscales dijeron en ese momento que Wanzeler estaba enviando personas al área de Boston para recoger unos US$40 millones que había dejado allí.
Rocha llevó a las autoridades a rescatar US$17.5 millones en efectivo almacenados en un cuarto de un edificio en Westborough.
Rocha fue sentenciado a 33 meses de prisión y un año de libertad supervisada después de declararse culpable de un cargo de conspirar para cometer lavado de dinero y un cargo de lavado de dinero.
Fuente: Aros News