La influencer dominicana Sarah Méndez, quien durante el fin de semana fue tendencia al ser denunciada de plagio con ilustraciones y frases que se atribuía a ser la autora, hoy se debate en ser sometida a la justicia o conciliar con la verdadera creadora de sus diseños.

Y es que la ilustradora francesa Caroline Morin, a quien se le fue copiado su trabajo sin darle créditos para una agenda que Sarah público en el año 2019, expresó que prefiere buscar una salida amigable y no llevar el caso a los tribunales.

Según publica el portal de internet FuegoAlaLata, Morin solo quiere pasar páginas y dedicarse plenamente a su oficio que es el diseño y la fotografía y llegar a algún acuerdo con Sarah Méndez, conocida en redes sociales como @Agallua.

En sus palabras la artista francesa dice:

“Quiero que mi trabajo sea respetado y que Sarah pague por los derechos de utilización de mi diseño; también por haberlo distorsionado sin mi autorización previa. Sin embargo, tampoco quiero que esta situación se haga eterna. Por estos motivos prefiero tratar de encontrar con Sarah una solución amigable, en vez de estar gastando mi tiempo y mi energía en un juicio”, subraya Morin.

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Queridos lectores, Tras la revelación del plagio de uno de mis diseños por Sarah Mendez, tambien conocida como Agallua por su agenda 2020, estos últimos días he recibido una cantidad incréible de apoyo y amor desde Republica Dominicana. He tratado de responder a todas las muestras de cariño pero han sido tantas que me ha resultado imposible! Así que antes de nada, quisiera agradecerles todo su apoyo y marcas de afecto. Me han ayudado mucho y sin todas ellas, sin su indignación colectiva, creo que yo hubiera sido incapaz de lograr reparación de ese acto. Para agradecerles todo su apoyo, les propongo este diseño. Un testimonio de lo que nos une de aquí en adelante. Si les gusta la pueden descargar en alta calidad de forma gratuita aquí : https://tinyurl.com/sr8dh2v. O también, la pueden comprar en mi tienda : https://society6.com/caroline-morin, y me comprometo a entregarle el 30% de los beneficios a la asociación Jompéame, la cual ayuda a las mujeres en Republica Dominicana. Sé que muchos de ustedes estarán esperando mi punto de vista en relación a esta situación, y que esperan que se llevemos este asunto a juicio. Les tengo que decir que soy una persona muy discreta por naturaleza, y encontrarme así a plena luz y tener que hablar de este tema en público para mi puede resultar desestabilizador. Quiero que mi trabajo sea respetado y que Sarah pague por los derechos de utilización de mi diseño; también por haberlo distorsionado sin mi autorización previa. Sin embargo, tampoco quiero que esta situación se haga eterna. Quiero poder pasar página y dedicarme plenamente a mi oficio, el diseño y la fotografía. Por estos motivos prefiero tratar de encontrar con Sarah una solución amigable, en vez de estar gastando mi tiempo y mi energía en un juicio. Sé que algunos de ustedes estarán decepcionados por esta decisión. Y los entiendo. Estoy muy lejos de vuestro país, y si para mi esto representa una historia de violación de derechos de autor, me doy cuenta que este asunto tiene mucha importancia en su país. Yo ya había empezado las negociaciones con el equipo de Sarah antes de darme cuenta del alcance que esto tuvo en Republica Dominicana. … ( el resto en comentario)

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“Aquí, Sarah ha sido pillada e identificada, sin tener el poder que tienen las grandes marcas, y se ha visto enfrentada a una maravillosa reacción popular. Ha cometido muchos errores, tanto en sus actos como en su comunicación. Pero es humana, y todos cometemos errores. Y también creo que todos podemos mejorar. Quiero creer en sus ganas de arreglar y reconocer sus fallos frente a todas las víctimas de sus actos”.

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Ese verso que acaban de leer es del 14 de febrero del 2018. Lo escribí usando una palabra común en la jerga dominicana: agallúa. Quienes me leen saben que ese es mi estilo desde hace mucho. En noviembre del 2018, recibo un mensaje de la joven #agallua preguntándome si ese verso era mío, le dije que sí, ella lo sabía, porque era seguidora de mi cuenta desde hacía meses y dejó un comentario en el mismo, el cual sigue ahí. Me dijo que había usado ese verso en su agenda 2019, la cual ya estaba impresa y no me había dado los créditos. Me chocó un poco, porque vuelvo y repito, era seguidora de mi cuenta. Me dijo “te voy a dar los créditos públicamente desde que salga la agenda”, pero no en la agenda tangible, porque ya estaba impresa. Ok. Cuando dijo créditos pensé en un post en su feed reconociendo mi trabajo, una mención en el acto de lanzamiento, o me enviaría una copia de su agenda como presente. No, no ocurrió eso. Recibí una tímida mención en sus stories de menos de 24 horas. ¿Qué me molestó como creador de contenido? 1️⃣ Si no sabía de quién era el verso, no debió NUNCA ponerlo en su agenda hasta que no hallara al autor. Tenía que buscarme primero, no poner ese verso y ya. Los créditos impresos eran más importantes que las menciones digitales, pues esos quedarían para siempre. 2️⃣ No sé si es verdad o mentira que no estaba clara que ese verso salió de Versos Menudos. Me dijo que no sabía que era mío, pero repito, me comentó el post en febrero 2018 y le respondí como a todo el que me comenta. 3️⃣ Los créditos no podían limitarse a un simple story de 24 horas. ¿Por qué? Porque todos los que han leído su agenda 2019 piensan que ese verso es de su propiedad, no de Versos Menudos. Yo dejé eso así porque soy un tipo bajo perfil. Quienes me conocen, lo pueden confirmar. Ahora todos ustedes saben que ese verso es mío. Ahora, porque hace meses no lo sabían, no tenían cómo. Si ella me hubiese dado los créditos como realmente merecía mi obra, tal vez ustedes ni estarían leyendo esto hoy; porque todo estaría claro, claro como el agua. Un abrazo a distancia. Ahorita les comparto un nuevo escrito de esos por los cuales me siguen. 🙏🏼 #versosmenudos

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El periodista Juan Carlos Jiménez también señala que la agenda de 257 páginas que lleva por nombre “Dream Planner”, en la que Sarah utilizó el trabajo de Morin, tiene un costo de US$34.00 y US$38.00 si es personalizada.

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