Después de que el pasado 24 de febrero se declarara culpable a Harvey Weinstein por violación y agresión sexual, finalmente este miércoles se dio a conocer la sentencia final. El productor ha sido condenado a 23 años en prisión.

Los dos delitos sexuales que el tribunal penal del estado de Nueva York le imputa son por la violación en tercer grado (sin consentimiento expreso) a la actriz Jessica Mann y por obligar a tener sexo oral a la ayudante de producción Mimi Haleyi, un delito sexual en primer grado.

La decisión del juez ha caído como un jarro de agua fría para el equipo de abogados y su cliente que tuvo que ser inmediatamente ingresado en un hospital de la Gran Manzana tras descubrir el veredicto final. El cineasta de 67 años empezó a tener palpitaciones en el pecho e hipertensión arterial, según informó su abogada Donna Rotunno a la cadena NBC.

La salud de Weinstein se ha debilitado mucho en los últimos meses. El que fuera el productor de moda de Hollywood sufrió una fuerte caída en la prisión donde se encontraba, Rikers Island, y además tuvo que ser operado de corazón en el hospital Bellevue la semana pasada.

Muy demacrado y con un andador en los últimos días para poderse ayudar a caminar, Harvey vive el peor momento de su vida. Antes de conocer la decisión en el juicio final el productor tomó la palabra y expresó “confusión” y “remordimiento” a las mujeres que dieron su testimonio.

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