En ciudades del sur de Florida como Miami, los récords de altas temperaturas se superan día tras día.
El termómetro ha subido a niveles que históricamente corresponden al verano, lo que ha llevado a que este abril sea de momento el más caluroso desde que hay registros, con temperaturas de más de 36° (y sensación térmica mucho mayor).
No es que temperaturas así sean las más elevadas que se hayan visto en la ciudad, pero los expertos expresan su desconcierto por el hecho de que hayan llegado tan temprano en el año.
La situación no es muy diferente en Cuba, donde se han registrado temperaturas cercanas a los 40°C, lo cual nunca se había dado en un mes de abril.
En Cuba se registró un nuevo record nacional de alta temperatura, 39,7°C este abril.
Además, en la isla, la escasez de combustible ha hecho que las centrales eléctricas no puedan cubrir la demanda impulsada por el calor y el uso de ventiladores o aire acondicionado. El gobierno de Cuba alerta sobre posible escasez de combustible y apagones en la isla
A su vez, en el norte de la península de Yucatán, México, el calor supera los 40°C en los últimos días, parte de una onda de calor que se expande al norte del Caribe, en un triángulo entre México, Estados Unidos y Cuba.
Expertos explican que entre los varios factores, uno tiene potencial de desencadenar desastres naturales con la llegada de la temporada de ciclones: el agua demasiado cálida del Golfo de México.
¿A qué se debe la ola de calor?
Un conjunto de factores se ha conjugado para crear estas condiciones en la región que comparten los estrechos de Florida y Yucatán y el noroeste de Cuba.
La alta presión, dice a BBC Mundo el meteorólogo Robert Molleda, del Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU., es la razón principal de esta ola de calor, pues ha sido «más fuerte de lo normal en los niveles superiores de la atmósfera».
Las temperaturas más altas de lo normal se han registrado «debido a la relativa falta de aire suave que estos frentes tienden a traer».
A esto se suma el aire seco que prevalece en la región, el cual elimina la humedad, lo que ahuyenta las lluvias que pueden refrescar el ambiente.
A su vez, el investigador Brian McNoldy, de la escuela de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad de Miami, apunta hacia un factor adicional: la temperatura en las aguas del Golfo de México.
Los radares han detectado en las aguas al oeste del Golfo de México zonas con temperaturas de entre 26°C y 30°C, lo cual es un caso extremo para los niveles normales.
¿Qué riesgos implica?
Los expertos advierten que una consecuencia natural de las altas temperaturas en los mares y océanos es el fortalecimiento de las tormentas y ciclones tropicales.
Para la temporada de huracanes, Estados Unidos, Cuba y la región del Golfo de México podrían ver temporales mucho más intensos por la evaporación de agua oceánica generada por las altas temperaturas.
«El cambio climático trabaja como una serie de fichas de dominó que caen, lo que a veces conduce a eventos horribles», alerta el meteorólogo Guy Walton en diálogo con BBC Mundo.
El experto señala que el récord de Miami de 36,1° se acercó a la temperatura que se siente en verano, lo que hace temer que la llegada de ciclones tropicales sea intensa.
«Sin la acción del gradiente de presión del viento (aceleración provocada por las diferencias de presión) sobre el Golfo y el Caribe durante el verano y el otoño, podríamos ver otro desastre, como el de (los huracanes) Michael, Dorian o María, que golpee a Estados Unidos en la cima de la pandemia de covid-19», advierte.